Gato romano

O'er which the mind may hover till it dozes ;
O'er which it well might take a pleasant sleep
John Keats
Gato de tus calles, Roma de mi vida,
tumbado al sol horas y horas
viendo pasar el mundo hacia ninguna parte.
¿Qué hay como desperezarse por tus Foros,
luego una buena sombra al pie del Panteón,
y ahí es nada rascarme contra una
columna de Bernini, una fachada de Maderno?
Siempre habrá un vencedor -éste o el otro-
que tirará unas sobras, y me bastan;
eso y de vez en cuando, buenas gatas.
A lo mejor, cuando sea viejo, caerle en gracia
a un Cardenal, y qué delicia entonces,
esas largas veladas mientras lee
mi amo sus apólogos,
sentir su mano tibia, esa mano cansada
de bendecir, pasar sobre mi lomo
distraída, dichosa.